lunes, 20 de enero de 2014

3. Definición del espacio lúdico


Podemos definir el espacio lúdico como una zona o lugar determinado para los niños. Es un área de juego donde pueden moverse libremente y expresarse de la forma que quieran sin tener que estar sometidos a una vigilancia estricta.

Es una zona estudiada y habilitada de tal forma que los niños de entre 0 y 6 años desarrollen diversas capacidades (motrices, sociales…) en un ambiente lúdico donde él se sienta cómodo y seguro.

Dentro de los dos tipos de espacios lúdicos que podemos encontrar, del centro escolar o de la educación no formal, nos centraremos en estos últimos para desarrollar el presente análisis.

Así pues, analizaremos un espacio lúdico en el ámbito de la educación no formal y el cual se caracteriza por estar en el exterior y encontrarse en la ciudad, por lo tanto, urbano. Además, al tratarse de un parque infantil en la vía urbana, tiene carácter público.

Todos los espacios lúdicos cumplen con tres funciones generales, y por lo tanto, el parque infantil a analizar, también:

Función lúdica: hay que recordar que el juego es la forma que tienen los niños para divertirse y, en consecuencia, aprender. Aprender en cuanto a que desarrollan, de forma lúdica, otras funciones como pueden ser la socializadora, educativa, terapéutica…

Función educativa: el entorno es un gran elemento influyente en la educación del niño. A partir de la actividad en un espacio lúdico los niños aprenden una serie de conocimientos subconscientemente, unos valores y actitudes que van observando a su alrededor y lo cual está relacionado con el desarrollo integral del niño.

Función social: esta función va relacionada con las anteriores, puesto que, el hecho de compartir un espacio con otros niños genera interacción y, en consecuencia, el desarrollo de la función socializadora.
Para cumplir con estas tres funciones, en el diseño de los parques, se tiene en cuenta la evolución de los niños y se busca una serie de características que posibiliten su uso sin ningún peligro:
 • Seguridad física: permite que el niño juegue sin la necesidad de que haya un adulto supervisándole.
• Seguridad psíquica: posibilita una ambiente acogedor, distendido y favorable para el juego del niño. Se trata de lograr un espacio lúdico acogedor.
 • Espacio sin barreras ni obstáculos materiales, hay que facilitar el acceso al espacio lúdico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario